jueves, 29 de marzo de 2012

DIBUJOS DE CHOCOLATE

Hoy me gustaría enseñaros una técnica facilísima para dibujar con chocolate. A mi parecer el resultado es muy bueno para lo fácil que es hacerlo, cuanto más grande sea el dibujo más sencillo resultará. Queda perfecto para decorar tartas o simplemente para regalar así mismo.

Solo necesitamos unas hojas de plástico transparente (de esas que se usan como tapas a la hora de encuadernar, las podéis comprar en papelerías), chocolate negro, chocolate con leche, chocolate blanco y mangas pasteleras de usar y tirar.

Elegimos el dibujo que vamos a realizar, en mi caso Bob Esponja, y le ponemos encima la hoja de plástico y la sujetamos con celo para que no se mueva (foto 1).
Fundimos los tres chocolates en el microondas, con cuidado que no se queme, dándole vueltas cada poco tiempo. Los metemos cada uno en una manga pastelera y le cortamos la punta muy fina (que salga muy poca cantidad de chocolate). Con el chocolate negro vamos cubriendo todos los contornos del dibujo (foto 2).

Una vez "repasado" todo, lo metemos a la nevera a enfriar. Cuando este frío vamos rellenando los huecos que tenemos con el chocolate con leche y el blanco, a gusto de cada uno. Lo metemos en la nevera y lo dejamos enfriar.


Con el chocolate negro hacemos una base gruesa, de medio centímetro aproximadamente, donde después pegaremos el dibujo (hay que pegarlo en una base más sólida, ya que queda muy fino y se rompe con facilidad).
Cuando la base y el dibujo estén fríos, pegamos el dibujo poniendo unas gotas de chocolate fundido (como si fuese pegamento) donde vamos a colocarlo.
Si la base nos ha quedado un poco fea, como en mi caso, podemos recortarla calentando con un mechero o soplete la punta de un cuchillo y recortando la base a nuestro gusto.
Este fue mi resultado.


La verdad que es una forma de sorprender a la gente y de dar un aire nuevo a las tartas, sin ocuparnos mucho tiempo y sin resultar para nada difícil. Si tenéis alguna duda preguntarme y os lo explico. Animaros a hacerlo que vais a quedar muy bien. Nos vemos pronto, un saludo, Escoffi.

martes, 27 de marzo de 2012

PRIMAVERA: ALIMENTOS DE TEMPORADA

Hace una semana que llegó la primavera. Con ella llegan también muchos alimentos necesitados de los primeros rayos del sol y de un clima más cálido. En el post de hoy os dejo los alimentos de temporada de esta estación, así como las ventajas que conlleva consumirlos.


Aunque podemos consumir prácticamente cualquier clase de alimentos durante todo el año, debido a los avances químicos, de transporte, de cultivo y de conservación, tomar productos de temporada cuenta con numerosas ventajas:
  1. Los alimentos tienen mejor precio. Las cosechas, en verduras y frutas, y la reproducción, en carnes y pescados, permiten que durante un periodo de tiempo exista una mayor disponibilidad en los mercados, por lo que al aumentar la oferta disminuye el precio.
  2. Son alimentos de calidad superior, ya que están en su mejor momento en cuanto a propiedades organolépticas (mejor sabor, mejor color, mejor olor...)
  3. Los productos, al estar más frescos, conservan mejor sus propiedades nutritivas y nos aportan todas sus vitaminas. Además se evita el abuso de productos químicos para su desarrollo, ya que las condiciones climatológicas son óptimas.
En la tabla podéis ver los alimentos que se encuentran en mejor momento durante la primavera, aunque alguno de ellos comparten temporada con otras estaciones.


Hasta aquí este post, corto pero creo que necesario, para que sepamos aprovechar los productos que nos trae cada temporada. Nos vemos pronto, un saludo, Escoffi.




viernes, 23 de marzo de 2012

GUISANTES CON HUEVOS ESCALFADOS

Os dejo hoy una receta sencillísima de guisantes. Ya estamos casi en temporada, abril es el mejor mes para consumirlos, pero este año serán más bien escasos debido al clima, que ha sido muy poco favorable para cultivarlos. Yo los compré congelados pero hay que tener en cuenta que si se compran frescos hay que consumirlos cuanto antes, ya que los azúcares que contienen se van convirtiendo en almidón y pierden textura y sabor. Para comprar unos buenos guisantes es importante ver que la vaina está tersa, sin marcas y sin arrugas, esto será síntoma de que el guisante está fresco.
El tiempo de cocción del guisante debe ser corto, para evitar que pierda todas las vitaminas y propiedades que contienen.


Ingredientes (para 4 personas)
- 600 gr. de guisantes limpios
- 1 cebolla
- 4 huevos 
- 4 rebanadas de pan de molde
- 1 tomate
- 4 lonchas de queso (que se funda bien)
- 15 gr. de mostaza de Dijon
- Orégano
- Una cucharada de harina
- Sal  y aceite de oliva

Elaboración

Cortamos las rebanadas de pan de molde en forma redonda y las ponemos a tostar en el horno hasta que estén doradas.
Para escalfar los huevos, cubrimos un bol, no muy alto, con papel film, dejando también  por fuera el suficiente para poder envolverlo luego (foto 1). Ponemos en el bol el huevo, con una cucharadita de aceite y un poco de sal (foto 2). Juntamos en el medio las cuatro esquinas del papel y lo vamos enrollando hasta que quede prieto (foto 3). Con un poco más de film lo atamos (foto 4) y lo cocemos durante 5 minutos en agua hirviendo. Lo dejamos enfriar un poco y con cuidado retiramos el papel.

Con el mismo molde que hemos cortado el pan, cortamos el queso (dándole también forma redonda) y el tomate que previamente hemos cortado en rodajas de medio cm aproximadamente.
Untamos el pan tostado con la mostaza, encima ponemos el queso, después el tomate y terminamos con otra de queso. Espolvoreamos encima un poco de orégano, y ponemos el huevo.


Ponemos a cocer los guisantes, en abundante agua con sal, cuando esté hirviendo. Aproximadamente 4 minutos si son frescos y 6 si son congelados. Reservamos el agua de cocción.
En una olla picamos la cebolla en brunoise y la pochamos con aceite de oliva hasta que esté blanda. Añadimos la harina y la cocinamos durante un minuto. Incorporamos en este momento un poco del caldo de los guisantes (lo suficiente hasta que nos quede con consistencia de salsa un poco espesa). Una vez ligada la salsa, agregamos los guisantes.
Metemos en el horno a calentar el pan con el huevo, hasta que el queso esté fundido y ya tenemos todo listo para emplatar y comer.


Nos vemos pronto, un saludo, Escoffi.

miércoles, 21 de marzo de 2012

BOLLERÍA

Ayer hice masa de bollería. Se trata de una masa con las que se obtienen muchas elaboraciones distintas. No es difícil de hacer, pero eso si, hay que tener tiempo y paciencia para ver el resultado final. Os recomiendo que hagáis esta cantidad (aunque os parezca mucho), ya que una vez formadas las piezas y antes de fermentar, podéis guardarlas en el congelador y sacarlas otro día. La noche anterior las sacáis del congelador, para que fermenten (durante toda la noche) y a la mañana ya las podréis cocer, para tener un desayuno espectacular recién hecho.

Ingredientes
- 500 gr. de harina
- 500 gr. de harina de fuerza
- 30 gr. de sal
- 150 gr. de azúcar
- 150 gr. de mantequilla
- 4 huevos
- 60 gr. de levadura fresca
- 225/250 ml. de agua
- 400 gr. de mantequilla para los pliegues

Elaboración
Ponemos a templar 50 ml. de agua y deshacemos en ella la levadura. 
En un bol grande, o en la mesa, mezclamos las harinas, la sal y el azúcar y hacemos un agujero en medio (tipo volcán), en el que añadimos, los huevos, los 150 gramos de mantequilla pomada (blanda, no deshecha), la mezcla de la levadura y la mitad del agua. Vamos amasando con cuidado y conforme vaya necesitando incorporamos el resto del agua. Una vez hecha la masa, limpiamos la mesa si nos han quedado restos de masa pegados, y enharinamos un poco. 
Con el rodillo, le damos a la masa forma de aspa (foto 1), dejando el centro más gordo y los cuatro laterales un poco más finos. En el centro ponemos los 400 gr. de mantequilla y la envolvemos con los 4 picos laterales (foto 2).
Le damos la vuelta (que los pliegues queden abajo) y con el mismo rodillo, le damos unos golpes para formar un rectángulo más fino. Lo metemos al frigorífico durante 15 minutos para que la masa coja un poco de frío.


Transcurridos los 15 minutos, cogemos la masa y la estiramos, para que quede un rectángulo aun más fino, hasta que tenga 2 cm aproximadamente de grosor (foto 1). Con el rectángulo ya estirado le damos una vuelta sencilla, (se trata de dar pliegues a la masa, con el fin de que la mantequilla se distribuya por todos los sitios) es decir, mentalmente dividimos la masa en tres partes iguales y la doblamos (foto 2), sin cortar, como si estuviésemos envolviendo un regalo (foto 3).


La volvemos a meter al frigorífico otros 15 minutos. Pasado el este tiempo, volvemos a darle otra vuelta sencilla, estirando la masa y doblándola en tres partes. Le damos frío otra vez y procedemos a dar la última vuelta sencilla a la masa. Una vez terminada la última vuelta la dejamos en el frigorífico media hora para que la masa repose y recupere el frío. Ya tenemos la masa lista para darle las formas que queramos.

Croissant
Cogemos una porción de masa y la estiramos formando un rectángulo de medio cm. de grosor y unos 15 cm. de ancho (foto 1). La cortamos en forma de triángulo (foto 2). Hacemos un pequeña incisión vertical en el lado más ancho (foto 3) y desde las puntas lo enrollamos haciéndolo girar al menos 3 veces (foto 4). Lo ponemos a fermentar, 2 o 3 horas, y cuando haya duplicado su tamaño, lo metemos en el horno a 200ºC, hasta que esté dorado. Le podemos dar un baño fino de mermelada de melocotón disuelta en agua (para que no este tan espesa) para hacer que brille un poco.


Napolitana de chocolate
Con otra porción de masa, estiramos formando un rectángulo de medio cm. de grosor y 10 cm. de ancho (foto 1). Con una manga pastelera, añadimos en la mitad del rectángulo un cordón grueso de crema de chocolate (nocilla, nutella...) (foto 2). Con la parte de la masa más cercana a nosotros hacemos un pliegue hasta que tape la crema de chocolate (foto 4). Pintamos la parte superior de la masa con agua y le damos otro pliegue de forma que la unión quede situada debajo y cortamos piezas de 10 cm (foto 5). Lo ponemos a fermentar, 2 o 3 horas, y cuando haya duplicado su tamaño, lo metemos en el horno a 200ºC, hasta que esté dorado. Una vez fuera del horno lo pintamos con un poco de mermelada y le ponemos unos fideos de chocolate por encima.


Napolitana de crema
Se trata de repetir el mismo proceso que la napolitana de chocolate pero sin poner relleno, es decir dándole al rectángulo tres pliegues (foto 1).  Lo ponemos a fermentar, 2 o 3 horas, y cuando haya duplicado su tamaño, lo pintamos con huevo batido y le añadimos encima unas almendras picadas. Lo metemos en el horno a 200ºC, hasta que este dorado. Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar, con una manga pastelera las rellenamos de crema pastelera y espolvoreamos por encima azúcar glas.


Caracola de chocolate
Con parte de la masa formamos un rectángulo de medio cm de grosor. y 20 cm de ancho. Una vez estirado, le damos una capa fina de crema pastelera por toda la superficie (foto 1) y añadimos perlas de chocolate (foto 2). Desde la parte más cercana a nosotros vamos enrollando de abajo a arriba la masa, hasta formar un cilindro y cortamos piezas de 3 cm de ancho (foto 3). Lo ponemos a fermentar, 2 o 3 horas, y cuando haya duplicado su tamaño, lo metemos en el horno a 200ºC, hasta que esté dorado. Le podemos dar un baño fino de mermelada de melocotón disuelta en agua (para que no este tan espesa) para hacer que brille un poco.
* Podemos sustituir las perlas de chocolate por pasas y frutas confitadas para obtener la caracola de frutas.


Lazos de cabello de ángel
Formamos un rectángulo de medio cm. de grosor y 22 cm de ancho (foto 1). En la mitad inferior de la masa, añadimos una capa (no muy fina) de cabello de ángel (foto 2) y con la parte superior de la masa la tapamos (foto 3). Cortamos piezas de 3 cm de ancho (foto 4 y 5). Con la mano derecha en una punta y con la izquierda en la otra giramos la masa, rotando cada mano hacía un lado distinto, es decir, la mano izquierda girara hacía nosotros (trayéndola hacia nuestro cuerpo) y la mano derecha hacia afuera (alejándola de nosotros) hasta darle forma de lazo (foto 6). Lo ponemos a fermentar, 2 o 3 horas, y cuando haya duplicado su tamaño, lo metemos en el horno a 200ºC, hasta que esté dorado. Le podemos dar un baño fino de mermelada de melocotón disuelta en agua (para que no este tan espesa) para hacer que brille un poco.



Hasta aquí este post, largo, de bollería. La verdad que tiene trabajo pero si un día tenéis tiempo merece la pena hacerlo por lo buenos que están y lo naturales que son. Da gusto comerse un bollo recién salido del horno. Espero que os guste y animaros!!! Hasta pronto, Escoffi.




lunes, 19 de marzo de 2012

RISOTTO DE VERDURAS CON ALCACHOFAS FRITAS

Para hoy he preparado un risotto de verduras, es decir, una arroz cremoso. 
A la hora de elaborar un risotto hay dos cosas muy  importantes. Una es la adicción del caldo, mientras estamos haciendo el risotto, el caldo siempre tiene que estar hirviendo (suave), ya que a la hora de añadirlo no podemos dejar que baje la temperatura del arroz, es decir, si añadimos el caldo frío, todo el trabajo de ligar los almidones, que suelta el arroz, para conseguir que quede cremoso, se vendrá abajo.
Y la otra es la clase de arroz. Cada uno utiliza el que cree más conveniente. En mi caso suelo usar la variedad carnaroli, un arroz de origen italiano con muy buen sabor y que absorbe mucha cantidad de líquido.

Granos de arroz carnaroli
Ingredientes (para 4 personas)
- 1/2 kg. de arroz
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 2 pimientos verdes
- 3 zanahorias
- 1 berenjena
- 1 puerro
- 2 calabacines
- 1 dl. de vino blanco
- 1 litro de caldo de verdura
- 1 nuez de mantequilla
- 75 gr. de queso parmesano rallado
- 4 alcachofas
- Aceite, sal y pimienta negra


Elaboración
Picamos todas las verduras en brunoise (lo más fino posible). En una olla ponemos a pochar la cebolla, el pimiento rojo, el pimiento verde, la zanahoria y el puerro, con un poquito de sal para que ayude a que las verduras suden. Cuando casi están hechos, incorporamos la berenjena y el calabacín. Dejamos cocinar hasta que las verduras estén secas, es decir, que ya se haya evaporado todo el agua que sueltan.
Limpiamos las alcachofas de las hojas de fuera y el tallo. Las cortamos en láminas finas. Las salpimentamos un poco y las pasamos ligeramente por harina. Las freímos en aceite muy caliente y las sacamos a un plato con papel absorbente. 

Las alcachofas laminadas
Ponemos a calentar el caldo de verdura y lo mantenemos a hervor suave todo el rato.
Agregamos el arroz a la base de verdura y lo rehogamos hasta que los granos estén transparentes, moviendo con una cuchara todo el rato para que se tueste por todos los lados igual.
Una vez rehogado el arroz lo mojamos con el vino y lo dejamos reducir. Incorporamos en este momento dos cazos de caldo y vamos continuamente moviéndolo. Conforme vaya quedándose sin líquido añadimos más caldo (siempre poco a poco). Es importante no dejar de remover para que no se pegue y para que el almidón del arroz vaya ligándose. El tiempo de cocción dependerá del tipo de arroz, para esta variedad aproximadamente 16 minutos. Cuando veamos que le queda un par de minutos para terminar de cocerse, le incorporamos la nuez de mantequilla y el queso rallado. Seguimos removiendo durante dos minutos y lo apartamos del fuego. Lo tapamos con un paño y lo dejamos reposar otros dos minutos. Ya en el plato lo decoramos con las alcachofas fritas.
Es importante consumir este arroz nada más cocinarlo ya que, con el paso de los minutos, se va haciendo cada vez más pastoso y resulta peor para comerlo.
Si veis que es demasiada verdura, podéis separar la mitad, ya pochada, y congelarla para otra vez, yo suelo hacerlo.

El risotto ya terminado
Espero que os guste! Hasta pronto, Escoffi 

jueves, 15 de marzo de 2012

GIN TONIC

He de reconocer que soy aficionado a los gin tonics desde hace muy poco tiempo, unos meses solamente.
Nunca había podido soportar esta bebida, ni otras muchas, por culpa de los bares y discotecas que, maltratando el combinado, sirven en un vaso de tubo estrecho una catidad exagerada de la bebida alcohólica correspondiente, acompañada por tres hielos y medio refresco, ya que el resto no cabe. Recuerdo perfectamente esos primeros asquerosos tragos que solo saben a colonia, hasta que por fin consigues terminar de añadir el resto del refresco.

Un día me decidí a darle al gin tonic (movido por la moda), una segunda oportunidad, pero esta vez en un gin club, es decir un sitio especializado en ginebra. Desde que entré, ya note la diferencia y es que por desgracia, para mi absoluto desconocimiento, tenía casi cien ginebras donde elegir. Evidentemente no tenía la menor idea de que pedir. El barman me preguntó mis preferencias, más seca, más afrutada, más dulce... Lo único que pude decir es que quería una "suave" (evitando repetir esa sensación de beber colonia que me producían hasta entonces los gin tonics).
Y aquí empezo todo, con una precisa liturgia me sirvieron mi copa. Tras unos segundos de indecisión y de miedo a probarlo, me decidí. Le di un primer sorbo, muy corto, despues otro y ya por fin un trago en condiciones. Y en ese momento supe que ya, el gin tonic y yo, seríamos amigos para siempre.

El sábado acudí en Madrid, a un curso en Drinksmotion Academy, una academia de bebidas. Por delante dos horas y media dedicadas en exclusiva a los gin tonics.

Nos explicaron que la ginebra nació en Holanda, como receta para curar, sin mucho resultado, algunas afecciones del organismo, sobre todo renales. Mezclaban el alcohol obtenido de cereales con bayas de enebro. Después de la guerra de los Paises Bajos, la ginebra llegó a Inglaterra, donde la apodaron Gin.

Distintas clases de botánicos
La realeza inglesa propulsó el consumo de esta bebida (la hicieron suya, ya que hasta entonces no contaban con una bebida representativa inglesa), cobrando en la ginebra, los impuestos más bajos de cualquier bebida alcóholica, por lo que el consumo creció a pasos agigantados.
La combinación con tónica, surge porque los soldados ingleses la tomaban para combatir ciertas enfermedades, pero su alto contenido en quinina (corteza del árbol del quino) la hacía una bebida muy amarga, ya que contenía seis o siete veces más que la que se consume actualmente, por lo que deciden tomársela con ginebra.
Hay que diferenciar por tanto, la ginebra holandesa, mucho más dulce (entre 9 y 15 gramos de azúcar por litro) y que se toma sola con hielos y la Gin, más seca (contiene un máximo de 6 gramos de azúcar por litro).
Tambien nos explicaron la diferencia entre las denominadas ginebras "normales" y las "premium". Estas últimas son elaboradas artesanalmente, en poca cantidad y siempre en alambiques de cobre, donde aromatizan la bebida con botánicos (romero, regaliz, cardamomo...) y siempre con enebro porque sino, no sería ginebra.

Una vez explicada la historia, los amigos de drinksmotion nos dieron algunos consejos que hay que tener en cuenta a la hora de preparar un buen gin tonic:
  • Los hielos no deben guardarse en el congelador al lado de alimentos que puedan aportarles sabor, por ejemplo, al lado de pescado, ya que influirá directamente en los aromas del gin tonic.
  • Lo debemos servir en un vaso de tubo ancho o en una copa de balón que no supere los 6 cm. de circunferencia para que nuestra nariz recoja todos los aromas.
  • En cuanto a la tónica no debe llevar mucho gás carbónico porque suavizan sino, los aromas de las ginebras.
Llegados a este punto, en el que ya conocíamos la historia de la ginebra y algunos consejos básicos para hacer un buen gin tonic pasamos a elaborar ocho tipos distintos de ginebra con diferentes tónicas. Las que veis en la foto son las que hicimos ese día (cambian de ginebras según la disponibilidad que tengan en ese momento).

Las clases de ginebra en primera fila

Las tónicas que utilizamos para los gin tonics.
Primero fuimos catando las ginebras solas, con el fin de reconocer los aromas que tenía cada una y poder elegir bien la "guarnición" que acompañaría a cada una. Reconocidos los aromas empezamos con la preparación.

La receta ideal de un gin tonic es de 5cl. de ginebra y 10 cl. de tónica. Primero enfriamos la copa con tres hielos dándoles vueltas en la copa hasta que esta este fría (se empaña). Retiramos de la copa el agua que han soltado y añadimos dos hielos más. Incorporamos la ginebra que queramos, y después añadimos la guarnición que corresponda (rodaja de limón, naranja, pimienta, enebro...). Por último añadimos la tónica, dejándola caer sobre una cucharilla rizada (tiene forma de escalera de caracol). Podemos terminar poniéndole algo de decoración (fresas enteras, rodajas de manzana, hojas de albahaca etc.)

Dentro de las tónicas me gustaría destacar la Fertiman´s, una tónica inglesa de burbuja muy baja, aromatizada con lima y limón y que contiene un 0,5% de alcohol (nunca había oído que una tónica lo llevara). Señalar también que la "humilde" tónica schweppes, más barata que las demás, es muy óptima para realizar los gin tonic.

En especial hubo un gin tonic de los que preparamos que me llamó muchísimo la atención. En este caso lo hicimos con Citadelle. En un vaso mezclador pusimos media fresa laminada y le añadimos la ginebra. Con la mano de un mortero machacamos hasta que la ginebra adquirió un color rosáceo. Pasamos la mezcla por un colador y la incorporamos a la copa ya fría. Echamos la tónica y decoramos con unas rodajas finas de manzana y media fresa. Me pareció un gin tonic muy suave y agradable, recomendable para gente que no le gusten las bebidas fuertes.

Gin tonic de Citadelle con fresas 
Otro que también me produjo curiosidad fue el que elaboramos con Gin Mare, una ginebra catalana que aromatizan solo con botánicos del mediterráneo (albahaca, romero, tomillo, olivas de arbequina). Por lo que a la hora de servirlo lo acompañaron de una oliva y de unas hojas de albahaca. Más seco y más especial pero a mí también me encanto.

Gin Mare con oliva y albahaca
Para no alargar el post excesivamente os dejo solo dos de las ocho recetas. Si queréis la receta de alguna de las otras ginebras que aparecen en la foto, contactar conmigo y os la paso.

Os animo a todos aquellos amantes de los gin tonics, más profesionales o amateurs, que os informéis de los cursos que ofrecen en Drinksmotion academy, ya que hay cursos para cualquier nivel, desde iniciación, para los novatos como yo, hasta cursos de gin tonics moleculares para gente más profesional. Muy recomendable la experiencia y es que la academia cuenta, por lo que pude ver, con grandes profesionales en su plantilla.



www.drinksmotion.com
@Drinksmotion
Facebook: Drinksmotion España





Me gustaría acabar dedicando este post a una persona que ya no esta con nosotros. Ramón un brindis por tí.

Nos vemos pronto, un saludo, Escoffi.



viernes, 9 de marzo de 2012

EL PAN (Parte 2 y última)

Retomando el post del otro día hoy os dejo la receta del pan blanco "el normal". Mas adelante iré poniendo más recetas de otras variedades de pan. 

Ingredientes
- 500 gr. de harina fuerte
- 10 gr. de levadura fresca
- 10 gr. de sal
- 300 gr. de agua

Elaboración
Mezclamos en un vaso la levadura con el agua, (la temperatura del agua oscilará entre 20 y 22ºC) y removemos hasta que este totalmente disuelta.
En otro bol mezclamos la harina con la sal. Una vez mezclado incorporamos la mezcla anterior de levadura. Lo mezclamos, lo mas rápido posible (para no trabajar en exceso la masa), hasta que no quede nada de harina suelta. Quedará una masa viscosa. La dejamos reposar tapada con un trapo 10 minutos, con el fin de conseguir una masa más elástica y por tanto más fácil de trabajar.

Transcurridos los 10 minutos enharinamos la superficie de la mesa y depositamos la masa. La doblamos por la mitad y con el pulgar izquierdo sujetamos la masa (un extremo), mientras que con la palma de la mano derecha, desde dentro hacía afuera, vamos estirándola. Levantamos la masa, cambiándola de posición, y repetimos este proceso 5 o 6 veces. La volvemos a dejar en reposo en el bol durante otros 10 minutos. 
Cuando haya pasado el tiempo repetimos todo el proceso anterior, la masa ya estará mas moldeable y menos viscosa y lisa por completo, sin grumos. Dejamos reposar otros 10 minutos.
Después de este tiempo el pan está ya listo para darle la forma deseada. Podemos hacerlo en forma de barra o redondo (al principio os aconsejo redondo, es bastante más fácil ya que solo tenemos que formar una bola con la masa, trabajándola rápidamente para que quede lisa por todos los sitios).


Una vez se haya dado forma a la masa, la ponemos en la bandeja, con un poco de harina espolvoreada, donde va a cocinarse . Es fundamental proteger la parte superior mientras fermenta, tapándola con un trapo, para que conserve la humedad y la elasticidad, de forma que no se agriete cuando la masa empiece a crecer. La dejaremos fermentar, normalmente, durante una hora y media o dos (depende de la temperatura que haga en casa, tardará más o menos) de forma que aumente una vez y media su tamaño original, nunca el doble porque ya será excedernos de fermentación.

Cuando la masa ya ha fermentado se debe hornear lo antes posible. Para impedir que la masa se abra por la base, es mejor darle unos cortes de unos 5mm en la superficie antes de meter al horno. En los panes redondos haremos dos incisiones en forma de cruz en la parte de arriba, mientras que en las barras haremos 3 o 4 cortes diagonales. Una vez cortada la masa, pulverizamos o mojamos con un papel húmedo toda la superficie del pan, ya que el pan necesita humedad para cocinarse durante los primeros minutos.
Lo metemos al horno a unos 200ºC, aproximadamente 20 minutos. Sabremos que el pan está listo cuando la corteza este dorada y si sujetando el pan con un trapo, pegamos con los nudillos en la base y suena a hueco. Una vez fuera del horno lo dejamos enfriar sobre una rejilla (nunca apoyado directamente en la mesa, ya que la humedad lo pondrá blando).

El pan que yo elaboré, ya horneado.

Este es otro que hice con algo de masa que me sobro.

A continuación os dejo una tabla muy interesante de los fallos más comunes en los panes  y cual es la causa para evitar que nos pase en otras ocasiones.


Pues hasta aquí los post del pan, me he excedido un poco lo sé, pero me parecía un tema interesante.
El próximo post tratara sobre la bebida más de moda actualmente.

Nos vemos pronto! Escoffi!

miércoles, 7 de marzo de 2012

EL PAN (Parte 1)

Mientras cocinaba el otro día los panes chinos pensé en el pan, pero en el de toda la vida. En el que cada día no falta en nuestras mesas, en el que utilizamos para untar esas salsas que acompañan a nuestros platos, en ese que nos gusta más que comer con los dedos. En el maltratado por nutricionistas que no terminan aún, de ponerse de acuerdo en si engorda o no.

Hoy en día los panes han evolucionado al ritmo que ha marcado la cocina. Los restaurantes nos ofrecen una amplia gama de variedades. Es impensable que nos sirvan, como antaño, unas rebanadas cortadas de una barra y servidas al centro en un cestillo de mimbre. Y no solo nos ofrecen pan blanco o integral sino bollitos de cereales, maíz, pasas etc. Todo un acierto porque también es importante acompañar los alimentos con un pan adecuado.
A todo esto se le suma el boom que han sufrido las panaderías de la calle. Todos ofrecen un sin fin de clases. Distintos tamaños, formas y sabores, de calidad excelente, invaden los mostradores de los panaderos,  conocedores de que en muchos casos, el cliente ya no se conforma con la barra de pan malísima que nos vendían muchas veces y que con el paso de las horas podíamos masticarla cual chicle.


Echando la vista atrás (un poco de historia), es difícil conocer el origen de este alimento. Muchos coinciden que fue hace 4000 años, donde los egipcios molían el grano del trigo, con el cual hacían una papilla que transformaban en tortas y que después cocían entre piedras muy calientes.
Como muchas de las cosas, el pan más parecido al actual, surgió de un error. La persona encargada de cocer esas tortas ese día olvidó cocinarlas, y al día siguiente estas habían fermentado. Las coció igualmente y el resultado fue una torta, ya no tan torta, mucho más jugosa y blanda, adquiriendo esta costumbre el resto de ciudadanos.


Haciendo referencia al pan "más humilde" (ojalá todo lo humilde fuera como esto), los ingredientes necesarios son solamente cuatro: harina, levadura, sal y agua. A partir de aquí cualquier otro ingrediente añadido creará otra clase de pan. Ingredientes como azúcar, aceite, mantequilla, cereales... forman parte ya, de muchísimas variedades.
A la hora de hacer pan, creo que es fundamental la elección de los ingredientes. Una harina con poca fuerza puede, y seguramente lo haga, dañar el resultado final. La levadura es otro de los puntos más importantes del pan. Hay que destacar la importancia de esta en cualquier elaboración que la lleve. Las levaduras dan al cava sus burbujas, la "efervescencia" a la cerveza etc, En el pan influirá directamente en el resultado final de la miga. Muchos panaderos elaboran sus recetas con la masa madre, es decir, una levadura casera, en forma de masa, que tarda varios días en elaborarse, pero que el tiempo empleado es directamente proporcional a la calidad.
Si tenemos tiempo es conveniente prepararla pero sino, un pan elaborado con la levadura de panadero, la fresca, es más que óptimo (no tanto si lo hacemos con levaduras secas).


Os explico ahora como conseguir la levadura casera, como he dicho antes, es un proceso largo pero si queréis hacerla aquí está la receta. Mezclamos en un tarro grande, 4 cucharadas de harina de fuerza, 2 cucharadas de yogur natural (sin azúcar) y 3 1/2 cucharadas de agua, a unos 20ºC. Removemos todo y lo dejamos reposar hasta el día siguiente fuera del frigorífico. Al día siguiente (no habrá cambios aparentes) añadimos 4 cucharadas de harina de fuerza y 3 1/2 cucharadas de agua. Removemos y dejamos reposar hasta el día siguiente en la nevera. A partir del tercer día la masa habrá empezado a fermentar. Repetimos el proceso anterior y lo dejamos hasta el día siguiente. Al cuarto día sacamos 3/4 partes de la masa y en lo que nos ha quedado en el tarro añadimos 100 ml. de agua y mezclamos. Incorporamos 100 gr. de harina de fuerza, mezclamos y reposamos hasta el día siguiente, que volveremos a repetir lo mismo, es decir retiraremos 3/4 partes de la masa y añadiremos agua y harina y dejaremos reposar. A partir del sexto día ya podremos utilizarla para incorporar en las masas. Esta levadura tiene una conservación muy prolongada por lo que podremos tenerla en el frigorífico varias semanas.


Seguiremos con la receta del pan blanco y después con los fallos más habituales a la hora de hacer pan y las soluciones.

Continuará... 

Nos vemos pronto. Escoffi.

martes, 6 de marzo de 2012

PAN CHINO

Hace ya un tiempo que quería hacer pan chino, y ya hoy por fin me he animado (gracias a que el otro día le vi hacerlo a Arzak). La elaboración está con fotografías, paso a paso, para que veáis bien, sobre todo, como hay que estirar y plegar la masa. 
La receta que tenía decía que había que echar 20 gr. de azúcar pero se quedan un poco sosos, así que en los ingredientes ya he puesto 40 gramos.
El resultado ha sido bueno, muy similares a los que nos ofrecen en los restaurantes chinos. 

Ingredientes
- 300 gr. de harina de trigo
- 25 gr. de levadura fresca 
- 150 ml. de leche 
- 40 ml. de agua
- 40 gr. de azúcar
- Una pizca de sal
- Una cucharada de aceite de oliva

Elaboración
Ponemos a templar la leche en el microondas. Una vez templada añadimos la levadura y removemos para que se deshaga bien.
Ponemos el resto de ingredientes en un bol, añadimos la leche con la levadura y amasamos, hasta que quede una masa lisa y blanda (se tiene que pegar un poco a los dedos).
Dejamos fermentar la masa en el bol, tapada con papel film durante una hora y media.
Transcurrido el tiempo, formamos pequeñas bolas de 70 gramos (foto 1). Cogemos una bola y la estiramos, espolvoreando harina para que no se pegue (foto 2). Una vez estirada vamos formando pequeños pliegues de abajo a arriba (foto 3), hasta conseguir una tira larga de unos 2 cm. de ancho (foto 4). Cuando lo tengamos así, lo terminamos haciendo tres o cuatro pliegues en sentido contrario, como si fuese un caracol (foto 5 y 6). 
Los ponemos a cocer al vapor, en una cazuela con tapa y con rejilla (foto 7), durante 30 minutos (cuidado no ponerlos muy juntos, porque la masa vuelve a fermentar y se pegan) .  Transcurrido el tiempo los dejamos enfriar (foto 8) y los freímos en aceite, dándole vueltas y rociándole aceite por encima con una cuchara para que se dore bien por todos los lados (foto 9). 
Una vez hechos (foto 10) hay que consumirlos más bien rápido porque se quedan duros en un espacio corto de  tiempo.

FOTO 1. Bolas de masa de 70 gr.

FOTO 2. Una bola de masa estirada.

FOTO 3. Haciendo los pliegues

FOTO 4. Resultado de los primeros pliegues.

FOTO 5. Haciendo los pliegues en el otro sentido.

FOTO 6. Ya con forma de caracol.

FOTO 7. Cociendo en la cazuela al vapor.

FOTO 8. Ya cocidos y listos para freír.

FOTO 9. Friendo el pan en aceite de oliva

FOTO 10. Terminados y listos para comer.

Pues hasta aquí la receta de hoy. Espero que os gusten tanto como a mí. Hasta pronto!!!! Escoffi.